Vivía con un amigo en Minnesota el verano después de mi primer año en la universidad. Era un verano muy divertido, salir con mis amigos, ir a fiestas y tocar música.
Pero, yo necesitaba volver a California temprano, porque iba a ir a un viaje de campamento en Yosemite Nacional Parque. Lamentablemente, tenía que conducir de Minnesota a California. Afortunadamente yo tenía un amigo para ir conmigo. Fue un largo viaje que duró treinta horas en el camino.
Mi último día de verano en Minnesota, yo estaba visitando a mis abuelos antes de ir a la universidad. Yo tenía toda mi ropa y mi guitarra dentro de mi carro pequeño y dije adiós a mi familia. Yo conduje de Minneapolis, Minnesota a Sioux Falls, South Dakota por cinco horas. Arrivé a Sioux Falls a recoger a mi amigo Josh para comenzar nuestro viaje.
La primera parte del viaje fue una combinación de escuchar música y hablar sobre nuestras vidas. Originalmente nosotros íbamos a quedarnos en un hotel en la noche. Pero nos sentíamos bien y nos habíamos divertido, así que decidí continuar conduciendo toda la noche.
Después de que se terminaron la música y la conversación, me quedé solo con mis pensamientos. Mi amigo se durmió y yo me enamoré de las estrellas. Tuve la sensación de que volaba por el espacio y el tiempo. Y tuve el pensamiento de que siempre nos estábamos alejando y acercando hacia algo al mismo tiempo … mirando hacia atrás, el viaje fue una premonición o presagio de un nuevo capítulo de mi vida.
Yo conduje toda la noche y miré el amanecer mientras íbamos por las montañas de Colorado. Estábamos más o menos a medio-camino, después de quince horas y nosotros teníamos energía nueva, con el día nuevo. Entonces decidimos continuar a Santa Barbara sin parar a dormir.
El segundo día fue lo mismo que el primer día. Nosotros hablamos mucho y escuchamos músicas favoritas. En la noche condujimos a través de Las Vegas y vimos todas las luces de los casinos. Cuando estábamos a diez millas afuera de la ciudad y todo empezó a ser loco.